Artículo escrito por Izan Cruz Moreno para este blog
Hace
ya cuatro años que el periodista y locutor deportivo español, Andrés
Montes González nos abandonó de este mundo. Desde su fatal noticia de su
fallecimiento el 16 de octubre del año 2009, el periodismo español ha
perdido mucho, se habrá ido un grande, pero su recuerdo fluye por el
aire, y sí, se ha ido un grande, pero su recuerdo grita baloncesto.
Echaremos de menos sus divertidos, emocionantes y agradables comentarios sobre el baloncesto. Gracias a tus comentarios en el Mundial de Japón del año 2006 has logrado que me interesase por un deporte que para mí era desconocido, me refiero al baloncesto. Lograste meterme el gusanillo de ese deporte tan espectacular.
Extrañaremos tus frases baloncestísticas como “Estalló la Bomba”, “Vuelo sin motor Rudy Fernández”, esos sonidos que imitabas cuando metían un triple, ese “Ratatatatata” o cuando un pívot tiraba una piedra y tú soltabas “Wilma, ábreme la puerta”.
Ahora cada vez que el mundo de baloncesto pise con sus zapatillas un parquet se imaginan como tú lo comentas, imaginando cada gesto, escuchando en las cabezas tus palabras. La gente que es apasionada al baloncesto y al mejor locutor deportivo. Jamás se olvidará tu sello distintivo, me refiero a esa pajarita que siempre llevabas en cada partido.
Queremos que sepas que el límite no es el cielo, no hablo de estar entre los Dioses, tampoco en el Monte Olimpo donde sólo están los mejores, hablo de estar entre nosotros, entre nuestros corazones. Querido Andrés, tú te mereces esto y aún mucho más, jamás te olvidaremos, eres un grande entre todos los jugadores.
También llegaste al corazón de los aficionados al fútbol. Contigo el fútbol ha perdido emoción, tus
célebres frases de “Tiki-Taka”, “Tiburónnn”, “Jugón” y otras muchas más
ya no tienen sentido si no salen de tus cuerdas vocales. Añoramos tu
ausencia en el Mundial del fútbol de Sudáfrica en el año 2010, año en el
que la Selección Española de Fútbol Masculina ganó su primera estrella
en esa calurosa y ardiente camiseta roja.
Y ahora quiero despedirme con una frase mítica suya que hizo que la vida se vea un poco mejor, solía decir "Porque la vida puede ser Maravillosa"
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