Es verdad que
Kevin Love ha firmado una extensión de su contrato a principios de este año – 4 años y 62 millones de dólares –, pero si los Timberwolves no empiezan a reforzarse más y a ganar, su futuro puede estar lejos de Minnesota – no juegan unos Playoffs desde 2004 –.
El jugador, en una entrevista para Yahoo! Sports,
fue tajante al señalar que ya “no tengo mucha paciencia. ¿Tendrías
mucha si fueses un defensor de la grandeza rodeado de grandeza? Todos
estos chicos tienen grandes jugadores a su alrededor”.
La reacción de Love puede entenderse si se contextualiza su
situación. Es el único de los 12 convocados para los Juegos Olimpícos
que no ha participado en ningún partido de Playoffs, mientras que el
resto acumula 7 títulos de campeones en total. “Quiero ganar […], pero
es difícil ver que estos chicos, jóvenes o mayores, ya han jugado
partidos de playoffs. Cuando están hablando de ello, yo no tengo nada
que decir.
Si no juego los Playoffs la próxima temporada no sé qué va a pasar”.
“Estoy seguro de que Kevin tiene esa urgencia [por ganar]”, ha querido señalar rápidamente
David Kahn, presidente de operaciones de Minnesota.
“Creo que el equipo demostró que podía ganar la temporada pasada antes de la cascada de lesiones.
Estábamos en el camino correcto y estoy seguro de que habríamos
competido por el octavo puesto y por los playoffs si hubiésemos estado
sanos”.
Hasta el momento, los Timberwolves tienen cerrados acuerdos con
Brandon Roy y
Chase Budinger, además de los 4 años y 45 millones de dólares que pondrán sobre la mesa por
Nicolas Batum.
Cuando se hagan oficiales el día 11, se sabrá si a Love estos refuerzos
le parecen suficientes como para dejarle satisfecho; o si por lo
contrario, aún cree que el equipo necesita un influjo superior como para
optar a cotas mayores en la liga.
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