Kevin Garnett
es uno de los jugadores más sinceros de la NBA. El veterano ala-pívot
de los Celtics, un competidor nato, no tiene reparos en dejar a un
compañero llorando, enfrentarse al que sea o confesar sin pelos en la
lengua lo que piensa. Su última víctima es
Ray Allen, que
plantó a los Celtics para cobijarse en la alargada sombra de los Heat de LeBron James.
"No tengo el número de teléfono de Ray Allen y no he intentado ni
hablar con él. Estoy siendo honesto con todos... Es lo que hay", dijo
Kevin Garnett a los medios de Boston, al ser preguntado sobre Allen, en
el 'Media Day' de los Celtics.
"Yo he elegido no llamarle. Siempre he dicho que me siento cercano a
Ray Allen y que conozco a su familia, pero he tomado esta decisión",
explicó Garnett , renovado por tres temporadas y 36 millones, sobre su ruptura de comunicaciones con su ex compañero de vestuario.
Parece que a Kevin Garnett no le ha sentado la ruptura del 'Big
Three' que integraba junto a Ray Allen y Paul Pierce, aunque el
ala-pívot de los Celtics no quiere profundizar sobre ese sentimiento:
"Cuando una persona toma una decisión pensando en lo que le conviene a
él y su familia no siempre debe molestarte, pero yo prefieron no opinar
sobre eso. Lo único que digo es que le deso lo mejor a Ray".
Paul Pierce tiró de ironía a la hora de analizar la marcha de Allen:
"Yo pensaba que Ray, Kevin y yo podríamos retirarnos juntos. Me
sorprendió mucho su marcha a Miami, pero Ray es un adulto que ha tomado
la mejor decisión para él y su familia. De irse a algún sitio me hubiese
gustado que se hubiese marchado a los Clippers... pero se ha marchado a
un rival del Este".
"A Ray Allen le gusta el golf... lo mismo eso ha sido uno de los
factores para irse a Miami. Probablemente no le gustase jugar al golf en
invierno en Boston ¿Quién sabe?", ironizó Pierce.
Ray Allen se presentó en con los Heat diciendo que "me he ido de los Celtics porque en Miami me querían más". Lo mismo el tirador tenía razón.
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