M. López
Si algo ha resultado decisivo en la eclosión de las apuestas
en Internet es que estas se han adaptado a las posibilidades de los bolsillos
de cualquier participante. El rato de ocio cuenta además con un aliciente que
anima a cualquiera a probar su suerte: el hecho de poder ganar algo de dinero
mientras se realiza una actividad de absoluto entretenimiento. Las apuestas se
despliegan fundamentalmente en diferentes eventos deportivos y en juegos de
casino, entre los más populares, casino (Descargar
ahora!), bingo o póquer.
La participación en estos portales de juego y pronósticos
deportivos está aumentando a un ritmo frenético. Hay abonados que, incluso,
están dando el salto hacia perfiles profesionales: han hecho del juego su
profesión obteniendo elevados ingresos.
¿Se puede vivir de las apuestas en Internet? ¿Hasta qué
punto resulta rentable? Aquí es donde también “entra en juego” la tributación,
los impuestos que deben declararse a Hacienda. Las bases las sienta la ley de
la Renta de las Personas Físicas, la misma que rige la declaración de la renta
que los españoles presentan cada año, en definitiva, la que afecta y regula los
ingresos obtenidos en el ejercicio anterior. En este sentido, también se
incluye la dimensión de las apuestas de manera que los ingresos obtenidos en
portales de juego y apuestas que superen el tope de 1.000 euros anuales,
deberán ser puestos en conocimiento de la Agencia Tributaria en la declaración
de la renta (salvo contadas excepciones en casos de rentas mínimas anuales).
Las medidas de lucha contra el fraude fiscal del Gobierno han puesto la
lupa sobre todas actividades no declaradas y movimientos de rentas ocultas. Las
lagunas legales han permitido que algunas ganancias vinculadas a portales de
Internet se librasen de pasar por el control tributario. Hoy en día,
particulares y empresas de juego, todos quienes se lucren de una u otra forma,
están obligadas a declarar su actividad.
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