Corey Fisher, el otro hombre de los 100 puntos.

Corey Fisher, (nacido el 8 de abril de 1988 en Bronx, Nueva York) es un jugador de baloncesto estadounidense. Con 1.85 de estatura, su puesto natural en la cancha es el de base y actualmente juega en el Joventut de Badalona en la Liga Endesa. 

Es un base anotador como lo demuestran los 17 puntos de media que anotó la pasada temporada en su primera experiencia como profesional en Europa. La pasada temporada disputó 30 partidos con una media de 34,2 minutos por encuentro, en los que promedió 17,2 puntos 

Actualmente, Corey Fisher promedia en el Joventut 13,5 puntos, 2,4 rebotes, 2,9 asistencias y 11,2 de valoración.

Entre sus logros personales están los 105 puntos que consiguió en una liga de verano disputada en un 'playground' (pista en la calle) en el Bronx de Nueva York el 7 de agosto de 2010. Aquel día anotó 23 de los 28 triples que lanzó. 

“Todo el mundo conoce mi historia en Nueva York”. Nueve palabras que dicen mucho de la vida de un joven jugador de baloncesto de 24 años que eligió un camino diferente desde muy pronto. Corey Fisher ha tenido que vivir muchas adversidades en su vida, pero reconoce que “esa es la razón” por la que continúa haciendo lo que hace. 

Mira para atrás y ve una corta existencia llena de relatos interesantes. Su infancia en Castle Hill (Bronx), la vida de su tío, su lucha por un sueño y sus pasos para conseguirlo son la esencia de un auténtico luchador que solo busca “ser un jugador de equipo, un gran padre y una gran persona, y que su familia mantenga la salud”

Se centró, aprendió de su entorno y se fue a St. Patrick, en New Jersey, a estudiar en el High School: “Usé el baloncesto para salir de donde soy y darme un largo camino”.

Igual de largo era el camino para ir a clase cada mañana. A pesar de que tenía que subirse en tres transportes distintos reconoce que “era bueno para mí salir del Bronx. El barrio y el sistema educativo no eran buenos, y allí podía jugar al baloncesto. El día típico empezaba a las cuatro de la mañana cuando me levantaba para viajar hasta New Jersey y estar a las ocho, porque mi primera clase era a las ocho y media, y así estuve todo el año”.

Muchos destacan su partido contra el West Virginia`s Huntington High School de O.J. Mayo, emitido para todo el país, donde Fisher se hizo con la victoria en la prórroga gracias a sus 37 puntos, a pesar de que el jugador de Dallas Mavericks anotara 47. Aún así, el base le quita importancia: “Tuve muchos partidos así en el High School”. Esto le sirvió para ser jugador del año, nombrado en el All-American y seleccionado para el Jordan Brand -fue el año de Jorge Santana- , donde fue elegido MVP por delante de Eric Gordon, Blake Griffin o Derrick Rose."Olvidé todo acerca de eso, estoy centrado en lo que pasa ahora”, comenta muy serio el jugador.

Posteriormente viajó hasta Philadelphia, en Pennsylvania, para jugar para la Universidad de Villanova. “La experiencia fue buena, no estaba muy lejos de casa y mi madre pudo venir a verme muchos partidos”. Y en cuanto a los estudios, declara que “tuve que pasar todos mis exámenes, si no tenía que volverme”. La responsabilidad le ha llevado a estar donde está y a ser reconocido en su Universidad. Fue el 13º anotador (1672) y el 6º en asistencias (487) de toda la historia de Villanova, llegando incluso a la Final Four de la NCAA.

Y el mito Corey Fisher se hizo realidad en su propio barrio: “Anoté 105 puntos en el torneo de verano Watson Classic´s de Nueva York. No sé quién jugaba en el otro equipo, solo sé quién jugaba en el mío”, dijo el de “La Penya” refiriéndose a los GymRatsNYC (equipo al que se une en verano Nacho Martín, pero que recuerda, entre risas pero tajante, que no jugó ese partido). Y aunque no hay pruebas de su gesta asegura tenerlo “en DVD”, y cree que este verano cuando trabaje en su Website lo colgará “en Youtube para que la gente lo vea”.

Con 23 triples de 28 intentos, el neoyorquino superó el record de Fly Williams, que estaba en 100 puntos en la IS8 League en Jamaica, Queens, en 1978. “Mi Twitter se volvió loco. La gente me llamaba cada cinco minutos, no sabía que esto sería tan grande”, recogió ESPN.

Debido a la no tan notable temporada como senior y su cambio de rol en el equipo, “no fui drafteado, pero tengo una hija y no puedo esperar, no puedo dejar de cuidar a mi familia, es una responsabilidad que me gusta tener. Por eso elegí el Antalya en Turquía. Pasado ese año jugué en la Summer League y tuve posibilidades de estar en algún “roster” de la NBA, pero decidí volver aquí, creo que es lo mejor para mí para desarrollar mi juego. Aún soy joven y tengo muchas posibilidades”.

Ahora se siente feliz en Badalona y considera “la Liga Endesa como la mejor liga de Europa, estoy en una buena situación en el club, tengo buenos compañeros y entrenadores. Es un equipo joven, pero eso es bueno.

Sin ninguna duda, tendremos que estar atentos a su progresión.