Londres acogerá una Final Four tan abierta como imprevisible. Cuatro
equipos con cuatro historias distintas se jugarán el cetro europeo que
pone en juego el Olympiacos ateniense.
Precisamente el campeón ha sido uno de los que más ha sufrido para
llegar hasta aquí, apurando hasta el quinto partido de su serie ante
Anadolu Efes para lograr su billete a Londres.. La pérdida de poder
financiero no sólo no ha reducido el potencial del campeón, si no que ha
ayudado a unir más a una plantilla que, bajo las órdenes de Dusan
Ivkovic, se alzó con el título el año pasado, protagonizando una
remontada antológica.
El sucesor de Ivkovic en el banquillo, Giorgios Bartzokas, ha sabido utilizar las armas con las que contaba, dotando de un control absoluto del juego a Vassilis Spanoulis y su devastador "bloqueo y continuación". El base/escolta heleno, junto a la pareja de aleros Papanikolaou-Printezis, el macedonio Pero Antic y el dúo norteamericano Acie Law-Kyle Hines
conforman la base de un equipo en el que los jóvenes (Katsivelis, los
lesionados Sloukas y Mantzaris, el propio Papanikolaou) aseguran el
relevo a corto/medio plazo.
Su rival en semifinales será el CSKA de Moscú, aún dolido por la
derrota del año pasado, cuando tenía todo ganado con un cuarto por
jugarse. Con Ettore Messina al frente y con la base del equipo que
dominó en Europa el año pasado (menos los dos "wolves", Kirilenko y
Shved), el campeón ruso cuenta con 4 de los jugadores más determinantes
de la competición (Teodosic, Weems, Khryapa y Krstic) y un banquillo de lujo (Aaron Jackson, Vorontsevich, Micov, Papaloukas, Erceg o Kaun....).
Con el italiano de vuelta a la capital rusa y con la necesidad de
completar la revancha por la final perdida hace un año, ellos son el
equipo a batir.
Si se presenta excitante la primera semifinal, qué decir de la
semifinal española. Como en París, en 1996, Real Madrid y FC Barcelona
Regal se citan con la historia con un pase para la final de la Euroliga
como premio.
El equipo de Xavi Pascual está viviendo una extraña
temporada, marcada por un mal arranque en la Liga Endesa, un enorme
esfuerzo para clasificarse y acabar ganando la Copa del Rey y un
espectacular dominio en Europa. Sin embargo, los continuos problemas
físicos de Juan Carlos Navarro, la repentina retirada de Pete Mickeal y la duda en cuanto a cómo llegaran Nate Jawai y C.J. Wallace al partido, hace que su rendimiento sea una incógnita. Por los antecedentes de los partidos disputados esta temporada, Marcelinho Huertas, Ante Tomic y Erazem Lorbek
se perfilan, junto a Navarro, como los jugadores claves del conjunto
blaugrana que, aunque no puede contar con Brad Oleson para esta
Euroliga, tiene el banquillo más completo de la Euroliga, con jugadores
como Sada, Ingles, Rabaseda, Jasikevicius e incluso los jóvenes Abrines y Todorovic esperando su oportunidad.
Enfrente, el Real Madrid de Pablo Laso llega con el primer puesto en
la liga asegurado y ánimo de revancha por la derrota más dolorosa de la
temporada, en cuartos de final de la Copa ante su máximo rival. Los
blancos se llevaron el último enfrentamiento entre ambos conjuntos,
disputado en Madrid hace un par de jornadas, y llegan después de haber
barrido a Maccabi Tel Aviv en los cuartos de final. A priori, parten
como favoritos siempre y cuando Rudy Fernández pueda estar a tope, con Llull, Rodríguez, Mirotic, Carroll y Felipe Reyes formando el núcleo del equipo madridista junto al escolta balear. Dos jugadores intermitentes como Carlos Suárez y Dontaye Draper pueden jugar un papel relevante ante las características del juego de su rival y, a priori, la principal duda madridista pueda estar en el rendimiento del trío interior Begic-Hettsheimeir-Slaughter, ante su gran prueba de fuego esta temporada.
Artículo escrito por @S9ergio
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