Tras jugar únicamente cinco partidos la pasada temporada, se esperaba que Danny Granger fuese un refuerzo de lujo para unos Indiana Pacers
que van, sin titubeos, a por el anillo.
Sin embargo, la historia puede
ser bien distinta a tenor de un informe del New York Daily News que
apunta a que los problemas físicos del alero, que hasta ahora se
achacaban sólo a una lesión en la pantorrilla, podrían extenderse a
dolores aparecidos en su ya operada rodilla izquierda.
En principio, el debut de Granger en esta temporada debería
producirse en unas dos semanas, un hecho que de ser así acallaría
cualquier tipo de duda sobre su estado físico.
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