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miércoles, 8 de mayo de 2013

HOUSTON ROCKETS - 1ª parte - Analisis Temporada Regular.

Tras caer en primera ronda de playoffs es buen momento para analizar la temporada de los Tejanos, lo vamos a hacer en tres fases:
 1.- Temporada Regular.
2.-  Playoffs-Presente
3.-  Futuro.


Daryl Morey ha sabido entender lo que la franquicia quería de él, desde el final de la pasada temporada, un proyecto nuevo con cambios sustanciales que pudiesen ilusionar a una afición dormida, que tras haber vivido momentos de gloria en los 90, y proyectos ilusionantes en los inicios de siglo estaba francamente alejada del Toyota Center.
El verano fue convulso para los Rockets, con buen espacio en el límite salarial y jugadores de media fila, se aposto por limpiar y obtener elecciones del draft, dejar a dos jóvenes sobre los que construir la franquicia, Chandler Parsons y Patrick Patterson. Y salir al mercado de agentes libres. Hacía falta un reclamo de marketing sobre lo que cimentar el proyecto. Howard era una utopía, y se aposto por el proyecto mediático Jeremy Lin. ¿Arriesgado?, quizá sí, pero era lo que estaba al alcance de la mano.
Todo cambio con James Harden y el ofrecimiento de Pesti, General manager de Oklahoma City, los Rockets se habían trabajado al escolta para que fuese su mesías, su líder espiritual y le ofrecieron todo, y el californiano no lo dudo. Todo el plantel se ajusto en juego, imagen y liderazgo en torno a él.
El equipo empezó alegre, sin presión, ganando y eso ayudo a que todo fuese sobre ruedas. El juego abierto que propuso Kevin McHale, un entrenador que creó ciertas dudas al principio, poco a poco fue saliendo, Houston no tenía grandes pretensiones en defensa. Rebote y correr eran sus señas de identidad y sobre todo un acierto en el juego de ataque con cuatro abiertos que le hacía en oleadas letal.
 Se perdían partidos, sobre todo con equipos del oeste que están más acostumbrados a ese tipo de juego, pero contra escuadras del éste, el equipo arrasó, así se gano en Detroit, Brooklyn, Orlando, Atlanta, New York, Milwaukee o Cleveland, haciendo verdaderos destrozos de 115 y 120 puntos.

Jeremy Lin, sin ser el de la Gran Manzana, el año anterior, entendió que dar paso en el liderazgo a James Harden, le hacía mejor y aunque desinhibido en muchos partidos, colaboro en dar ese salto de calidad. Chandler Parsons, en su segundo año en la liga, pego un puñetazo en la mesa y paso de ser un proyecto, a una realidad y postularse como uno de los mejor aleros de futuro.


Patrick Patterson y Marcus Morris, se complementaban de cuatro abiertos para darle soluciones a Kevin McHale. Omer Asik, el pivot otomano se hinchaba a coger rebotes y lanzar el contraataque cosa que agradecían las jóvenes piernas Rockets. Carlos Delfino saliendo desde el banquillo, junto jóvenes suplentes como Donatas Montiejunas, Terrence Jones y Greg Smith,  complementaban el plantel más joven de toda la NBA.
Pero el proyecto no estaba completo era un equipo débil, poca defensa y que se podía mejorar con ciertos cambios, que aunque en el presente no dieran sus frutos, podían hacer llevar a la escuadra roja a metas más exitosas.
Y tras el All Star se producirian dichos cambios, Douglas, Aldrich, Patterson, y Morris, saldrían para hacer hueco a Thomas Robinson, proyecto de estrella sin buenos inicios en la liga. Junto con él llegaron Aaron Brooks y sobre todo Francisco Garcia, “Cisco”, el Dominicano que parecía condenado a ser cortado y que ha aportado su granito de arena, sobre todo en playoffs.
El cambio no era bueno para el presente, Patterson era peso pesado en el vestuario y darle salida provocaba desestabilizad, pero el presente no es lo que le preocupó a Daryl Morey, las miras tenían que ser mas allá y si se quiere este verano llegar a cotas más altas, había que quitarse ciertos contratos que lastraban la economía red.

Se aposto por dos novatos, Beverley y Anderson que llegaron sigilosamente al equipo, pero que sobre todo el primero, Patrick Beverley se ha abierto hueco. Y el equipo no se resintió, todo lo contrario, se reactivo para intentar conseguir el tan ansiado playoffs, que durante tres años se había resistido, fue un poco decepcionante al final no quedar sextos en el oeste, pero la gesta estaba lograda, el objetivo conseguido.
El balance de 45 victorias y 37 derrotas, aunque podían haber sido mejorable, no tiene ningún pero, el equipo se había reactivado en apenas seis meses y de la nada se había relanzado en ganador, James Harden All Star y con números de MVP, y eso era todo un logro para la franquicia.

El camino había sido apasionante, e intenso y todo por mejorar, pero de eso se trataba cuando se proyectó.   


Javier Cervantes - @RocketsSpain

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