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miércoles, 4 de septiembre de 2013

Finlandia gana a las dos Turquías (55-61)


No era tanto el ridículo turco en el primer cuarto (tardó en estrenar su marcador 6 minutos y 43 segundos y terminó con solo 8 puntos), pues, al fin y al cabo, terminó con solo dos puntos de desventaja (8-10 para Finlandia). Pese a todos sus tiros fallados (1/12 en tiros de campo), a sus malísimas decisiones, a su pobre defensa... Lo peor para Turquía llegó en el segundo cuarto. Justo después de colocarse por delante (13-10) gracias a Emir Preldzic, Finlandia empezó a humillarles.

A base de triples (Samuel Haanpaa y Sasu Salin a la cabeza), los nórdicos lograron un parcial de 4-20 que les disparó en el marcador (19-32), retratando a Turquía, en un nivel todavía por debajo del peor escenario imaginable. Desconexión absoluta, tiros aislados sin sentido alguno, total tibieza defensiva... Y Finlandia se iba al descanso con 19-32 y una sensación de completo dominio.

Pese a que, durante diferentes momentos del partido, Finlandia sufría para poder anotar, seguía siendo un muro en algunas defensas. Un muro contra el que Turquía parecía querer colisionar una y otra vez en forma de tiros precipitados, lanzamientos al borde de la posesión o despistes que acababan con el balón en manos nórdicas. Con dos triples consecutivos, Finlandia volvía a colocar la diferencia en cotas inalcanzables (24-40).

Fue entonces el momento de Petteri Koponen, que impuso su velocidad al encuentro y, junto a su tiro exterior (Finlandia demostró que puede ser un auténtico tormento desde el 6,75), acabó de lanzar a los suyos (26-45). La respuesta llegó de la mano de Ender Arslan, cuya creación supuso una leve cura para los turcos, que acabaron el tercer periodo con una desventaja de solo 11 puntos (38-49), 

En el último periodo, Turquía retomó el juego de ser sí misma y se puso a cinco puntos. Con Ender Arslan ordenando, reinó una ligera sensación de mejoría en el juego y de sentido en sus acciones. El desacierto, eso sí, impidió que Turquía se colocara a algo más que cinco puntos (47-52). Ahí, la muestra de equipo con enjundia de Finlandia permitió que la distancia volviera a los 10 tantos (47-57). Y que la lucha otomana fuese ya contra el reloj. Mientras Finlandia luchaba por dejar patente su enjundia como equipo, Turquía echaba el resto para colocarse a cuatro puntos (53-57). Entonces, una polémica jugada estuvo a punto de suponer un vuelco al partido.

Preldzic robó un balón en lo que los finlandeses protestaron como falta y Turquía se puso a solo dos puntos (55-57). Con 16 segundos y solo tres puntos de desventaja, Hedo Turkoglu se jugó el tiro y lo falló. Finlandia también acabó ganando a la versión verdadera de Turquía (55-61).

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