Georgia arranca el Eurobasket arrasando y demostrando que puede ser una
de las sorpresas de la primera fase. Polonia, en cambio, dio una imagen
paupérrima y no mostró ningún argumento para ilusionarse de cara a los
siguientes partidos. Su único momento bueno, un 2-6 de inicio que fue
replicado al minuto por la animosa selección georgiana, que con un 7-0
de parcial tomó las riendas del partido para no soltarlas ya más.
Tsintsadze guiaba a los suyos y Burjanadze les daba 6 de
ventaja al término del primer periodo tras rebote ofensivo y canasta
sobre la bocina (20-14). El atasco polaco fue a peor. Asfixiado por la
defensa de su rival, con los interiores perdidos y muy blandos atrás,
las diferencias fueron a más. Markoishvili se animó en ataque, Shermadini anotaba y asistía y Sanikize se quedaba como máximo referente de un equipo que le endosó un 14-2 de parcial a su oponente, para impotencia de Bauermann.
Polonia no anotaba triples y fallaba hasta los tiros libres. Al borde
del K.O. al descanso (39-22) apretó tuercas en defensa tras salir de
vestuarios pero el partido siguió igual. Y es que Georgia, tras 4
minutos de sequía ofensiva, volvía a ponerse con 17 de ventaja tras su
primera canasta en el tercer cuarto, ya que Polonia tampoco había
anotado más en ese tiempo. Dos triples en ese cuarto, de Markoishvili y Tskishvili,
consumaron la sorpresa (55-35, m.30) y, de ahí al bocinazo final, solo
restó ver más destellos de la ambiciosa Georgia y más guiños de calidad
de Sanikidze, que acabó con 23 puntos en el 84-67 final.
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