Plantear el debate sobre qué deportista ha sido mejor o si un jugador
ha sido mejor que otro es totalmente legítimo. De hecho, estas
discusiones son las que alimentan la historia del deporte y de sus
gestas se nutren las historias que han convertido a los deportistas en
héroes de nuestro tiempo. Sin embargo, hay veces que esa discusión llega
más lejos de lo que nos gustaría.
Es lo que ocurrió el pasado fin de semana en un bar de Harmony,
Pennsilvanya. Un hombre apareció en el Ba'Runi Bar and Grill de esta
pequeña localidad ataviado con una camiseta de LeBron James de su etapa
en los Cavaliers, cuando lucía el número '23' en su zamarra.
Este hecho no pasó desapercibido para otro de los clientes del local,
que se acercó y, según afirman los testigos, le espetó que el único
digno de llevar una camiseta con el número '23' era Michael Jordan, "el
mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos" según este hombre.
La discusión sobre quién era mejor comenzó a subir de temperatura
hasta el punto de llegar a las manos y hacer aparecer una navaja en
escena, mientras el resto de clientes y empleados del local intentaban
poner fin a la pelea. En este intento por apaciguar los ánimos un
cliente, un camarero y el dueño del local recibieron varias puñaladas,
siendo ingresados en el hospital.
Por su parte los dos implicados en la discusión acabaron en comisaria
con cargos por intento de homicidio, alteración del orden público y
asalto con agravantes. Una factura demasiado cara por una discusión sin
solución.
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